La reunión de la cúpula del Banco Central Europeo en Barcelona no ha servido para plantear medidas que permitan resolver los graves problemas por los que atraviesan millones de consumidores en toda Europa. Al menos así se desprende de las declaraciones realizadas a su conclusión por el presidente de dicho organismo, Mario Draghi, quien pasó de puntillas por todos los asuntos realmente importantes para la economía de los consumidores de a pie.
En su discurso Draghi únicamente hizo ciertas referencias al flujo del crédito. Y no fueron nada buenas: seguramente las “tensiones” en los mercados de deuda soberana, el “proceso de ajuste de los balances en los sectores financiero y no financiero” y las “elevadas tasas de desempleo” seguirán cerrando el grifo del crédito.
Cuestionado acerca de las reiteradas protestas de la ciudadanía europea por la precaria situación económica que atraviesan millones de ciudadanos, Draghi únicamente indicó que entiende “perfectamente” la “rabia” que sienten algunos colectivos. Una rabia que ADICAE comparte, especialmente la expresada por los millones de consumidores afectados por abusos bancarios. En España los reiterados abusos bancarios, como por ejemplo la comercialización indebida de participaciones preferentes, han servido a la Banca para fortalecer sus balances. Algo que al Banco Central Europeo le importa muy poco, lamentablemente.
