
El presidente de ADICAE se ha dirigido a los diferentes candidatos a presidir la Comisión Europea, así como a los candidatos españoles en estas elecciones, para hacerles llegar las inquietudes, preocupaciones y propuestas de ADICAE y los consumidores.
Manuel Pardos señala en sus cartas que “las grandes decisiones europeas se han visto gravemente condicionadas por una amalgama de intereses financieros que han dejado de lado los derechos de los consumidores”, al tiempo que “el proceso de libre circulación de capitales se hace de espaldas a los ciudadanos y consumidores”.
Estas y otras circunstancias dan lugar al “desarraigo de los consumidores hacia las decisiones provenientes de Europa e influyen decisivamente en el escepticismo en el actual proceso electoral”. Por ello, y recordando a los candidatos que “hubo una época en la que Europa tiraba de los derechos de los consumidores”, el Presidente de ADICAE advierte frente al intento de salir de la crisis a través de “la vuelta al pasado y de seguir basando el modelo económico en el consumismo”, frente a lo que propone fundamentar dicho modelo “en un consumo responsable y crítico como calidad de vida”.
Líneas de actuación para una Europa de los consumidores
Dados los evidentes desequilibrios que existen en la relación de los consumidores con las grandes empresas, entidades financieras e incluso con las propias instituciones, es necesario reforzar sus derechos y la protección de los mismos a través de todo tipo de vías.
Una de estas vías es la legislativa, pero es necesaria la colaboración activa de todos los agentes implicados en los mercados y en la actividad económica diaria para conseguir unos mercados seguros y fiables para los consumidores, elemento imprescindible para la construcción de una Unión Europea en la que los ciudadanos como consumidores jueguen el papel que les corresponde.
I. A nivel institucional
Las instituciones europeas deben dar un paso adelante y crear mecanismos e institutos realmente eficaces que garanticen la protección de los derechos de los consumidores, evitando abusos y posiciones de superioridad en los mercados. Nuestras propuestas, entre otras, son las siguientes:
1. Creación de una agencia europea de servicios financieros para la protección de los Consumidores. Puesta en marcha de un organismo independiente a nivel europeo que se ocupe exclusivamente de la supervisión y tutela de los derechos de los usuarios de servicios financieros, que supere el evidente fracaso en el que han incurrido los supervisores financieros nacionales.
2. Una red de alerta de seguridad financiera. Una normativa y mecanismos que repliquen el modelo de Red de Alerta de Seguridad de los Productos para extenderla a los productos y servicios financieros que permita prevenir y erradicar prácticas abusivas.
3. Una “unión bancaria” coja, faltan los consumidores. La pretendida “unión bancaria” es incompleta si deja fuera la regulación de mecanismos y organismos de supervisión autónomos y eficientes que controlen los fraudes bancarios a los consumidores europeos. La unión bancaria no es una cuestión nominal; debe constituirse en una realidad que proteja realmente los derechos de los usuarios.
II. A nivel legislativo
A pesar de la extensa producción legislativa de los últimos años en Europa, cuya eficacia está pendiente de calibrar puesto que normalmente la normativa europea se diluye al ser trasladada a los ordenamientos jurídicos nacionales, existen todavía una serie de agujeros normativos en algunas materias especialmente sensibles para los derechos de los consumidores y usuarios españoles y europeos.
4. Armonización de la normativa de sobreendeudamiento para los consumidores europeos. Aunque algunos países disponen de esta normativa, es necesario un impulso para establecer un regulación armonizada para la creación de un verdadero mecanismo marco para prevenir y resolver de manera eficaz y justa la quiebra de las economías familiares. En España por ejemplo no existe una normativa completa sobre esta importantísima cuestión, tal y como viene reclamando ADICAE.
5. Una regulación para acabar con la falta de democracia en las juntas de accionistas de las sociedades cotizadas. Los pequeños accionistas deben tener los cauces de decisión y participación necesarios para impedir las manipulaciones de los consejos de administración y poder ejercer sus derechos y reivindicar sus intereses.
III. Protección de los derechos de los consumidores ante los abusos
Uno de los aspectos que pueden generar confianza entre los usuarios y consumidores es que existan unos sistemas eficaces que permitan resolver los conflictos. En particular, la Administración de Justicia a nivel nacional y europeo ha demostrado graves carencias en la resolución judicial colectiva de asuntos, la única eficaz para la defensa de los consumidores afectados por grandes abusos.
6. Mejorar el acceso a la justicia para los consumidores. Implantación definitiva de las acciones judiciales colectivas como el único mecanismos adecuado en vía procesal a los problemas colectivos de los consumidores. Imposición de mecanismos básicos esenciales y comunes en el ámbito de la resolución extrajudicial de conflictos, que impidan, por ejemplo, que en España los mecanismos existentes en el ámbito financiero dejen sin solución a los reclamaciones de los consumidores.
7. Poner coto a los abusos en el ahorro jubilación. Los actuales sistemas de planes de pensiones y otros están basados en un unas condiciones que no sólo dejan cautivo el ahorro muchos años, sino que obligan a los consumidores a soportar unas condiciones pésimas de gestión y a unos costes elevados. Es necesario una regulación que ponga fin a los abusos en un modelo de ahorro que trata de imponerse por el miedo.
IV. Reforzamiento de los derechos de los consumidores en los suministros básicos
No todo es consumo financiero y recientemente ADICAE acordó la ampliación de sus objetivos y campos de actuación a los grandes temas de consumo. Como organización de consumidores, ADICAE no puede ser ajena a los grandes temas de consumo que nos afectan como europeos. Por ello proponemos algunas cuestiones que constituyen las principales reivindicaciones de los usuarios, para su debate y consideración:
8. Unas telecomunicaciones sin sobrecostes. Acabar con la desigualdad de precios entre los consumidores europeos y poner fin inmediatamente a sobreprecios (como sucede con el ‘roaming’ penalizaciones por permanencia.., etc) y bandos de ancha en Internet que no se cumplen. Para ello es necesario un reglamento europeo que unifique criterios y limite estos abusos.
9. Energía a un precio no abusivo y especulativo. Es necesario diseñar una estrategia de política energética común europea que garantice la sostenibilidad y racionalidad del sistema, y sobre todo priorice a los consumidores y sus derechos, imponiendo entre otras cuestiones criterios comunes para unos precios justos. Para ello hay que plantear reformas que acaben con los fraude oligopolísticos actuales, como sucede en España.
10. Gran distribución que no manipule precios. Las grandes cadenas han formado un oligopolio en ámbitos como la alimentación.







