
Los bancos españoles han obtenido un resultado atribuido de 5.310 millones de euros en el primer semestre de 2013, un 67% más que la cantidad registrada el mismo periodo del ejercicio 2012, según los estados financieros de las entidades bancarias publicados por la Asociación Española de la Banca (AEB). Según este informe, publicado por diversos medios de comunicación, ya en el fatídico 2012 la banca había logrado ganar casi 3.200 millones de euros, y sus beneficios, lejos de caer, siguen aumentando.
Este resultado es «sensiblemente mejor» que el alcanzado en semestres precedentes, «pero todavía se sitúa por debajo de los niveles de beneficios habituales en ejercicios anteriores», según la AEB; la patronal bancaria sigue ‘llorando’, y insiste en que el entorno económico aún es «adverso» para su actividad. Caen sus márgenes por intereses, y dicen que se han reducido los ingresos netos por comisiones, en un 4,5% anual, «si bien registran una ligera mejoría en el segundo trimestre del ejercicio» al albur de un cúmulo de prácticas abusivas que recargan el coste de su mala gestión sobre los consumidores.
]Menos deuda, más mora
La tasa de mora, afectada por el deterioro económico y la contracción del crédito, se eleva al 7,8%, casi dos puntos porcentuales más que hace un año. Un fenómeno que los expertos predicen que continuará agravándose, en una explosiva mezcla de crisis económica y cláusulas abusivas como los suelos hipotecarios por los que la banca se embolsa al menos 7.000 millones de euros anuales. Y eso que el volumen de deuda total de las familias sigue bajando, está ya en 800 mil millones de euros, un 5% menos que en 2012.
La tasa de morosidad de los consumidores apenas supera el 4%, lo que significa que no es aquí donde está el problema crediticio en España. Los ciudadanos se esfuerzan al máximo en ajustar su presupuesto de manera responsable y cumplir con sus deudas, hasta el punto de que es en la actividad empresarial e intercancaria en donde se producen los mayores problemas de morosidad, en buena medida causados por la crisis del ladrillo originada fundamentalmente por los propios bancos.
La factura del rescate
Sin embargo, a pesar de todo, los consumidores seguirán pagando la crisis de otros. El Ministerio de Economía da ya por hecho que el Estado no podrá recuperar íntegramente los 40.000 millones de euros de fondos públicos que se inyectaron el año pasado en el sector bancario, y aboga por que a partir de ahora se trabaje para conseguir que las pérdidas que soporten los contribuyentes sean «las menores posibles». Rescates públicos, cláusulas suelo, 40.000 millones de euros en preferentes… Ahora la banca sigue ganando, pero la factura de su ‘fiesta’ la pagaremos entre todos.







