Dadas las dudas existentes sobre las diversas fórmulas que Novagalicia Banco está ‘sondeando’ para darle una salida a los casos de las participaciones preferentes, deuda subordinada y otros productos tóxicos de ahorro, comercializados por las antiguas cajas gallegas, Caixanova y Caixagalicia, ADICAE considera oportuno informar de las vías de solución y novedades surgidas.

 Sistema de arbitraje para las participaciones preferentes 

En primer lugar es preciso aclarar que el sistema de arbitraje de consumo planteado por el Instituto Galego de Consumo para resolver los problemas derivados por las participaciones preferentes no se plantea para ningún otro tipo de producto.

El arbitraje es un sistema extrajudicial para resolver conflictos, al margen por tanto de una demanda judicial. El resultado de este arbitraje equivale a una sentencia y es obligatorio para las partes. ¿Cuál es el problema de esta vía? Que NovaGaliciaBanco puede decidir qué solicitudes de arbitraje acepta y cuáles no.

Además, la entidad gallega utilizaría solamente el arbitraje en derecho, con un juez único licenciado en Derecho y perteneciente a la Administración Pública, designado por la Junta Arbitral, que tendrá que basar su laudo en la legislación vigente y al que habrá que presentarle todo tipo de pruebas. De igual forma, la entidad financiera también ha indicado que pondrá problemas para entregarle al consumidor los contratos y otros documentos necesarios antes del día del arbitraje.

En defensa de los afectados, ADICAE ya se ha dirigido a la Xunta de Galicia para que solucione estas cuestiones sobre estos arbitrajes de NCG y que además ADICAE pueda representar a los consumidores que lo deseen, ya que esta vía no puede ser considerada como una solución colectiva para este caso.

Esta demanda persigue poner fin a la práctica abusiva de comercialización de las preferentes y además que se devuelvan las cantidades invertidas de forma general a los afectados. Esta demanda ha contado con más de 400 expedientes de socios de ADICAE, cuyos casos se han utilizado sólo en la investigación previa, pero que no han sido incluidos en la demanda ya que no era esa su finalidad. Esta demanda, por tanto, representa a todos y a nadie.

 ¿Qué va a hacer ADICAE? 

ADICAE orientará acerca de la vía del arbitraje a todos aquellos socios y afectados que decidan acudir a esta vía una vez que valoren las ventajas y riesgos del procedimiento. En primer lugar deben presentar la solicitud ante el Instituto Galego de Consumo y leer bien las condiciones del documento de solicitud porque en el mismo puede obligarse no sólo a mediación sino también a arbitraje hasta el final del procedimiento. El banco responderá si acepta o no el arbitraje y podría hacer una oferta de recompra de las preferentes en esa misma carta de respuesta. El afectado no tiene que firmarla en ese momento, por lo que ADICAE recomienda a quienes reciban esta carta que se dirijan con ella a su sede de ADICAE para recibir orientación.

En principio, el arbitraje está indicado para aquéllos casos en los que se aprecie muy claramente la colocación del producto: personas jubiladas, menores, personas analfabetas u otras que, sin reunir esos requisitos, tengan algún elemento objetivo -por escrito, porque tenía la necesidad de hacer un gasto cuando le colocaron las preferentes, etc.- frente al banco. Jugársela en el arbitraje cuando el banco tiene argumentos frente al afectado -tipo de inversiones, perfil de la persona- parece muy arriesgado.

 Vía judicial 

En el mes de septiembre ADICAE se personará en la demanda de la Fiscalía o interpondrá una similar. En esta demanda se pedirá la devolución de lo invertido por aquellas personas que estén incluidas en dicha demanda. Esta vía de la demanda judicial está especialmente indicada para titulares de preferentes que no se acojan al arbitraje, titulares de deuda subordinada y para aquellos productos tóxicos diferentes de las preferentes.

ADICAE recomienda que sólo soliciten el arbitraje quiénes de verdad quieran llegar hasta el final por esta vía. Pedir arbitraje para luego incluirse en la demanda es a todas luces contraproducente.