
Alrededor de 92.000 consumidores a los que Bankia les colocó participaciones preferentes no solo no van a poder recuperar su inversión en un corto plazo de tiempo sino que, además, han dejado de percibir la rentabilidad correspondiente a sus emisiones, es decir, el 7 % de interés comprometido por la entidad con la compra del producto.
El problema añadido es que, al tratarse de una entidad nacionalizada que recibirá respaldo público por hasta 23.465 millones de euros a través del fondo de rescate europeo, Bankia necesita negociar el canje con la Unión Europea. La normativa europea prohíbe a las entidades intervenidas con fondos públicos canjear este tipo de productos por el 100% de su valor nominal, pero no obliga ni prohíbe cambiarlas por un producto determinado. Es decir Bankia, si quisiera, podría cambiarlas por depósitos.
El origen de estas emisiones de participaciones preferentes se remonta a 2009, cuando Caja Madrid puso en el mercado 1.500 millones de euros mediante la venta de este tipo de títulos. La colocación se incrementó hasta los 3.000 millones. Muchos de los afectados traspasaron sus ahorros desde depósitos tradicionales, lo que demuestra que la gran mayoría de ellos eran inversores con poco interés por el riesgo y que, en realidad, creían estar contratando un depósito con una rentabilidad mayor. La inmensa mayoría no sabían que, en realidad, estaban contratando deuda de Caja Madrid a perpetuidad y que no podrían recuperar sus ahorros salvo por iniciativa de la propia entidad madrileña.
El pasado mes de marzo Bankia cambió 1.274 millones de sus participaciones preferentes por acciones, a un precio de 3’31 euros. Para quienes aceptaron el canje las pérdidas son brutales, ya que la acción ahora vale menos de un euro. Además la entidad sólo pagó el 75% del nominal, mientras que para percibir el 25% restante los afectados están obligados a retener las acciones hasta el 14 de junio de 2013.
Un abuso en toda regla al que ADICAE ha respondido y responderá presentando toda serie de medidas legales, agrupando a los afectados y realizando una importante presión social. Una labor que se plasmará, por ejemplo, en la personación de ADICAE en la querella contra Bankia apoyada por la Fiscalía Anticorrupción en la que las irregularidades cometidas en la comercialización de las participaciones preferentes y otros productos tóxicos que sirvieron a la entidad para intentar recapitalizarse tendrán un espacio muy importante.







