Gota a gota, sentencia a sentencia, ADICAE sigue dando forma a un torrente de resoluciones favorables para los afectados por la venta indebida de participaciones preferentes, deuda subordinada, Valores Santander y otros productos de riesgo comercializados por la banca española a ahorradores de a pie.
La última victoria judicial ha tenido lugar en un juzgado de Ávila, donde un socio de ADICAE sin experiencia previa de inversión en productos de este tipo ha conseguido recuperar 30.000 euros que Caja Ávila -ahora Bankia- invirtió el 2 de junio de 2010 en participaciones preferentes sin explicarle adecuadamente los riesgos del producto, tal y como era habitual en aquel entonces.
Según la sentencia Caja Ávila ofreció “asesoramiento financiero” al afectado, al que en ningún momento informó de los riesgos que entrañaban las preferentes tal y como reconoció el propio empleado de la sucursal que testificó en el juicio: “nos dijeron que había que vender preferentes”, indicó, aunque ni él mismo conocía las características reales del producto.
La sentencia anula el canje forzoso de las participaciones preferentes por acciones orquestado por la entidad, y obliga a Bankia a devolver al afectado los 30.000 euros depositados en un principio, más los intereses generados.
Casi 48 millones recuperados por la acción colectiva de ADICAE
ADICAE ya ha conseguido que la banca sea condenada a devolver unos 47.765.762,26 euros a los afectados por la venta fraudulenta de participaciones preferentes, deuda subordinada y otros productos complejos como Valores Santander. Estos datos, lejos de significar una solución real para los afectados, demuestran que la presión social colectiva y la defensa hecha de una forma seria y profesional, son muy efectivas. Nuestra asociación sigue reclamando una solución colectiva para estos escándalos financieros.
Aunque pueda parecer que luchar contra los abusos financieros y del ámbito del Consumo es una tarea de titanes y que el pez chico nunca podrá comerse al grande, la unión y lucha colectiva de muchos peces pequeños puede hacer temblar al más grande de los tiburones. Y se sigue demostrando.
