Seguro que usted, querido lector, ha escuchado en la radio o visto en televisión en los últimos meses anuncios de compañías aseguradoras de automóviles online en los que, prácticamente se insulta a su inteligencia si no ha contratado su seguro por Internet o por teléfono. Incluso las compañías tradicionales “de toda la vida” ofrecen la posibilidad de contratar algunos seguros de esta manera. Esta modalidad de venta se está fomentando y popularizando, pero tiene sus ‘entresijos’.

 Falta de transparencia y prestaciones limitadas 

Uno de los principales riesgos de contratar un seguro de manera telemática es que mediante esos canales no se puede obtener la misma información que acudiendo a una oficina. Puede existir una falta de transparencia y darse el caso de que los comerciales nos oculten información (coberturas, costes adicionales, etc.).

Para evitar este inconveniente siempre debemos exigir que nos envíen la documentación a casa. Allí podremos observar todas las condiciones y analizar si nos interesa la oferta. Es más, tal y como marca la Ley 22/2007 de Servicios Financieros a Distancia en su artículo 9, la aseguradora está obligada a mandarle al consumidor la información del contrato de seguro, en formato papel o en otro soporte duradero.

Podría darse el caso de algún ‘malentendido’, supuestos que no quedaran reflejados en el contrato o que el comercial o la aseguradora explicó equivocadamente por teléfono o vía online. Es algo que puede ocurrir en cualquier tipo de contratación por estas vías, no sólo en los seguros.

 Documentación para contratar un seguro online 

Para contratar un seguro online las principales compañías aseguradoras exigen la siguiente documentación:

-Datos del carnet de conducir (fecha), datos personales del conductor, etc.

-Si se tiene contratado otro seguro habrá que facilitar su documentación.

-Si se quiere domiciliar el pago habrá que facilitar a la compañía aseguradora el número de cuenta, también se podría dar el número de la tarjeta de crédito. El pago podrá ser fraccionado, dependiendo de la cantidad (dos cuotas semestrales).

En este punto es preciso recordar que enviar datos bancarios conlleva un riesgo, por mucho que en la aseguradora nos digan que cuentan con todos los certificados y sellos de seguridad.

Cuando el alta ya ha sido tramitada se recibirá un e-mail de confirmación de la contratación así como un certificado de aseguramiento con el que se podrá circular temporalmente hasta que se reciba la póliza en el domicilio.

Finalmente, cuando se reciba el contrato deberá ser firmado y enviarlo por e-mail o fax con una copia firmada de la póliza, fotocopia del carnet de conducir, fotocopia del permiso de circulación del vehículo, copia de la tarjeta de inspección técnica de vehículos (ITV) y, en ocasiones, un certificado de siniestralidad.

 Busque, compare… y encuentre un seguro mejor 

Antes de contratar un seguro es preciso buscar y analizar todas las ofertas, de ésta manera podremos encontrar la oferta que más se adapte a nuestras características. Los seguros online no siempre son los más baratos y si comparamos sus coberturas con otros seguros, estas pueden ser insuficientes. Aunque en los comparadores se asegure que los criterios de cálculo y condiciones son facilitadas por las aseguradoras, el consumidor no puede fiarse en absoluto. Además estos comparadores de seguros no siempre son todo lo independientes que podrían ser, sus datos no son 100% reales.

Algunas webs de aseguradoras con red de oficinas (presenciales) sí que disponen de su propio comparador, aunque otras resultan opacas y ocultan información. Contratar un seguro presencial puede resultar un 13% más barato, entraña menores riesgos (no hay que facilitar datos por Internet y se tiene acceso a más información) y, además, suelen tener mayores coberturas.

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