La mitad de los vehículos que circulan por nuestras carreteras tienen una edad igual o superior a los 10 años, según los datos de la Dirección General de Tráfico. Cifras que son más preocupantes cuando hablamos de furgonetas –llega a los 12 años su edad media–, o de camiones de más de 3.500 kilogramos –supera los 11 años–. Además, si analizamos las estadísticas de accidentalidad de 2011 de la DGT, se constata que el 62% de los turismos implicados en un accidente de tráfico tenía entre 5 y 14 años, frente al 26% que tenía entre 0 y 4 años.

Son datos que se están agravando, y que llevan a Tráfico a reconocer que, en efecto, hay una relación directa entre siniestralidad en carretera y antigüedad del parque móvil. Frente a campañas dirigidas al consumo de estupefacientes o prevención de las distracciones, el cinturón o el uso del móvil, resulta que el principal cauce de peligro en las vías españolas está en la crisis, en la imposibilidad de los consumidores para cambiar sus coches e incluso en el deficiente mantenimiento de los mismos por la misma causa.

Y el caso es que la gravedad de las consecuencias de los accidentes también se dispara con la edad del vehículo. Mientras que el 17% de las víctimas mortales viajaba en un turismo que tenía como máximo 4 años, el porcentaje de fallecidos cuando el vehículo tenía entre 5 y 14 años, se elevaba al 61%. Con un agravante: las perspectivas de futuro son muy pesimistas, puesto que las matriculaciones de turismos se encuentran en mínimos históricos.

 Sólo se venden coches mileuristas 

Las ventas de automóviles de ocasión en el mercado español se situaron en 1,65 millones de unidades durante el conjunto del año 2013, lo que supone un incremento del 4,6% en comparación con las cifras del año precedente, según datos del Instituto de Estudios de Automoción (IEA). Estas cifras comerciales situaron el ratio de entregas de coches usados en 2,3 unidades por cada vehículo nuevo matriculado, lo que supone que se venden más del doble de coches usados frente a nuevos.

La previsión de la asociación de vendedores Ganvam, reflejada por medios de comunicación como el diario Expansión, es que 2014 cierre con un crecimiento del mercado de usados del 3%, hasta 1,7 millones de unidades. Creen los vendedores que existe escasez de oferta de coches de entre tres y cinco años de antigüedad, oferta que sería bien acogida por los consumidores, lo que podría elevar aún más las previsiones.

Sin embargo, la realidad es que los conductores, acuciados por la crisis y la merma de ingresos, minimizan el uso del coche, y el gasto en el mismo. Los vehículos ‘mileuristas’ (bajo coste y alto kilometraje) fueron los más demandados durante el pasado año, ya que representan el 48,7% de las operaciones entre particulares, con un aumento del 13,8%. Los vendedores particulares coparon en 2013 el 61,4% de las operaciones de venta de coches usados, lo que implica que un tercio de las ventas de usados son ‘mileuristas’. Entre los concesionarios de ocasión también empieza a predominar la venta de coches baratos, lo que implica que este mercado ‘low cost’ irá a más.

En efecto, reconocen los vendedores que el mercado de segunda mano sigue creciendo, aunque, «lamentablemente», lo está haciendo sobre la base de vehículos muy antiguos y con alto kilometraje que se comercializan sin garantía en las operaciones entre particulares, aunque sí la tienen si la operación se realiza en un concesionario. La cuestión es que la capacidad adquisitiva de la mayoría de los consumidores les desaconsejan invertir más de 4.000 ó 5.000 euros en un coche. Y que hay que estar bien alerta; ADICAE ofrece unos consejos básicos sobre compra de vehículos con garantías.

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