En la carta que remite Endesa se dice que se adjunta “el certificado individual del Seguro de Protección de Pagos”. Esta denominación esconde que, tal como se descubre al leer el documento adjunto, el seguro ofertado tan solo cubre los impagos en caso de invalidez absoluta o fallecimiento del titular. Es por tanto una cobertura muy limitada, más cuando el consumidor, en el contexto actual de crisis, puede pensar que le están ofreciendo un seguro si no puede afrontar los importes de la factura por otras causas, como la pérdida de empleo.

La única beneficiaria de este seguro es Endesa, que se asegura el cobro de sus facturas le pase lo que le pase al consumidor.

 ¿Seguro incluido? ¿Seis meses de cobertura? 

También se recoge que es un seguro “incluido en su contrato de suministro con Endesa”, pero en ningún caso es así. No es algo “incluído”, como se dice, sino que para optar al seguro hay que firmar un certificado individual de adhesión y pagar una cuota mensual de 0,95 euros que se cobrará como concepto en la factura de suministro eléctrico.

“Usted y los suyos tienen la tranquilidad de tener cubierto el importe equivalente al pago de sus facturas de este contrato durante seis meses”, se dice. Sin embargo, tal como se lee a pie de página y en el certificado adjunto, en realidad solo se cubren 500 euros -el consumo semestral estimado-, por lo que si el consumidor ha gastado más, el sobrecoste queda sin cubrir.

Jugando al despiste

La misiva de Endesa juega al despiste. Así, en mitad de la información sobre el seguro, incluye la siguiente línea: “Le informamos además de que el número de teléfono para la gestión de siniestros es el…”. De esta manera, puede parecer que el seguro que se ofrece está relacionado con la cobertura de incidentes, cuando no es así.

 Un seguro irlandés con falta de información 

Endesa ejerce a través de esta carta como agente de un seguro del que es a la vez beneficiaria. Sin embargo, la firma aseguradora es CACI LIFE LIMITED y CACI NON-LIFE LIMITED, empresa con domicilio social en Irlanda. Si tuviera que reclamar, el consumidor, en última instancia antes de poder presentar su reclamación a la Dirección General de Seguros, debería enviar una carta con su protesta a una dirección de Irlanda.

En el certificado de adhesión al seguro que remiten junto a la carta, se incluye una solicitud para que sea firmada por el consumidor. En ella el consumidor reconoce haber sido informado de las Condiciones Generales del seguro. Sin embargo, estas no aparecen claramente delimitadas en el texto que sigue, de manera que no queda claro cuáles son dichas condiciones y qué es lo que está aceptando el consumidor.

En la carta se omiten y confunden muchos detalles importantes del contrato del seguro, una práctica contraria a los intereses de los consumidores que la Dirección General de Seguros y las autoridades de consumo deben poner bajo vigilancia.

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