Son productos de ahorro similares a los depósitos en lo que se refiere a riesgo y rentabilidad. Estos fondos deben invertir en activos de renta fija con una duración media inferior a seis meses. Además, deben invertir en emisiones públicas o privadas de alta calidad.
La rentabilidad de estos fondos con la crisis ha sido ha sido en los últimos doce meses del 0,8%, debido tanto a las políticas de estímulo monetario marcadas por el BCE como a los bajísimos niveles en que se encuentran los tipos en la zona euro.
La crisis puso en tela de juicio la seguridad total de estos fondos
La crisis de liquidez y de crédito, supuso que algunos de estos fondos se vieran incapaces de deshacer posiciones en emisiones de empresas con problemas, ya que muchos de estos fondos estaban asumiendo riesgos por encima de lo que debían. En estos momentos un fondo monetario no puede tener exposición a renta variable, riesgo divisa ni deuda subordinada. Además, desde hace unos meses, los activos monetarios en cartera se valoran a precio de mercado (si suben los tipos bajará el precio y al revés.
Esta nueva metodología puede provocar situaciones en las que la cartera de un fondo monetario arroje pérdidas por la depreciación de los activos en cartera. De todas formas, el fondo monetario es poco volátil, salvo situaciones extremas.