
Al tiempo que reconoce incumplimientos en las emisiones de al menos 9 grupos bancarios por 6.000 millones de euros y posibles sanciones muy graves, defiende que las preferentes no han sido un fraude ni una mala praxis, en una contradicción que expresa sus esfuerzos por tapar un problema en el que la CNMV tiene una evidente responsabilidad.
ADICAE destaca que el problema actual requiere más una actuación firme y rápida de la CNMV y menos declaraciones extemporáneas, especialmente si van orientadas a justificar el fraude.
Con un ridículo «habrá sanciones como Dios manda» si confirma operaciones al descubierto en Bankia, Elvira Rodríguez trata unicamente de obviar la ineficacia de la CNMV y su inacción durante los 15 días en los que fueron de público conocimiento la existencia de irregularidades y movimientos anómalos en torno a las acciones de la entidad nacionalizada.







