Si desde el 1 de enero de 2003 funciona el mercado libre para elegir nuestro proveedor de gas y electricidad, no somos los consumidores sino las grandes compañías privadas –aquellas que heredaron los beneficios de la privatización- las que realmente están sacando el jugo a la nueva factura eléctrica. Las anunciadas ventajas de las “tarifas libres” para la electricidad – más operadores y heterogeneidad de precios- no han convencido a más del 80% de los usuarios, que prefieren depender del gobierno, que fija los precios regularmente.
Pero no son estas las únicas razones. Mientras la transición al modelo energético orientado a los consumidores es bastante lenta , el mercado liberalizado está claramente orientado a los medianos y grandes consumidores de electricidad, aquellos que tengan contratada una potencia mínima de 10 Kilovatios (Kw), límite hasta hasta antes del cual los consumidores pueden contratar la Tarifa de Último Recurso (TUR) cuyos precios son fijados regularmente por el Gobierno.
Una forma de ahorrar
Frente al recibo de luz que nos llega cada fin de mes, podemos conseguir no gastar de más. Una primera opción es el denominado Bono social, que desde Julio del año pasado ”congela” nuestra tarifa hasta la puesta en marcha de la TUR de 2012. ¿Quiénes pueden acogerse a esta medida al Bono Social? En España, más de cuatro millones de hogares lo utilizan: las familias numerosas o aquellas donde todas las personas en edad de trabajar se encuentren en situación de desempleo, y los pensionistas con ingresos mínimos. Beneficiarios por los próximos dos años, para renovar la TUR deben acreditarse los mismos requisitos.
La otra opción de ahorro es la tarifa con discriminación horaria, es decir, tener un contador que discrimine por nosotros las horas del día en que la electricidad es más barata de la que se utiliza en horas punta.
Una de las primeras cosas que hay que saber, es que si decide entrar al mercado libre, puede volver al regulado… si lee antes con atención la letra pequeña de los nuevos contratos. ¿Un año de obligada permanencia con la nueva empresa es mercado libre?
Los contratos que ofrecen las empresas del mercado libre de electricidad nos penalizan con un recargo del 5% de la energía no suministrada, si decidimos volver al mercado libre antes de 12 meses. Uno de los motivos por los que más del 80% de los usuarios siguen en el mercado de precios regulado por el Gobierno es la confusión interesada de precios que ofertan las nuevas comercializadoras.
Todas las nuevas ofertas traen consigo un pequeño ejercito de asteriscos, letra menuda, redacción compleja y explicación insuficiente. Por tomar dos ejemplos: muchos de los nuevos –“mejores”- precios del mercado eléctrico traen aparejados la contratación de servicios de gas. Pero, ¿y si no quiero contratar un nuevo servicio de gas sino sólo mejorar mi factura eléctrica? Otro ejemplo, el más importante, se refiere a los descuentos. Nos meten por los ojos un porcentaje de descuentos sumamente atractivo… pero no nos dicen que éste descuento sólo está referido a UNA parte de la factura. La factura eléctrica consta de, en primer lugar, costes fijos, como la potencia contratada o el alquiler de los equipos; en segundo lugar, los costes referidos a la tributación general (IVA) o aquellos impuestos específicos de la electricidad. Y por último, los referidos al consumo realizado. Sólo sobre esa parte se hacen los descuentos.
La factura de la electricidad
Base inicial: Potencia y energía consumida
Costes reales del servicio (producción, distribución, etc. 89,27%
Tasa de la Comisión Nacional de la Energía 0,19%
Compensaciones insulares y extrapeninsulares 7,01%
Operador del sistema 0.30%
Moratoria nuclear 0,81%
Segunda parte del ciclo combustible nuclear 0,01%
Déficit de tarifa 2,42% [/Texto_cuadro]
Base imponible: RECARGOS
Alquiler del equipo (hogares) 0,91 euros
Impuesto sobre la electricidad 4,86%
Impuesto de valor añadido 18% [/Texto_cuadro]
