Uno de cada dos seguros del hogar son suscritos por el consumidor obligado por el hecho de tener una hipoteca. En España hay contratadas mas de diecisiete millones de polizas del seguro del hogar, de las que nueve millones corresponden a viviendas que tienen una hipoteca que pesa sobre las mismas y obliga a contratar un seguro de incendio, que en la práctica acaba siendo un seguro multiriesgo del hogar. 

Mas de nueve millones de consumidores ha contratado este tipo de seguro sin saber para qué sirve ni cuándo utilizarlo, únicamente se ha guiado por el consejo de su banco o caja.

  Seguros del hogar, impuestos y con una utilidad dudosa  

Habitualmente la compañías aseguradoras se quejan de que un tercio de las viviendas en España no tienen un seguro del hogar y señalan que los consumidores no han tomado conciencia de su necesidad. (El 68% de las viviendas censadas están aseguradas) Si por otra parte tenemos en cuenta el dato anterior de que otro tercio de los propietarios de vivienda ha contratado el seguro del hogar obligado por el banco que le concedió la hipoteca habría que afirmar que la falta de confianza en estos seguros va mucho más allá. Y esa concienciación o confianza se ha de ganar por las aseguradoras, dando servicio y respondiendo a las expectativas de los consumidores.

 ¿Cómo y cuando denunciar un siniestro? 

 Comunicarlo por escrito con acuse de recibo dentro de los siete primeros días proporcionando número de póliza. 

  Sólo a partir de una determinada cuantía, las compañías realizan inspección pericial para tasar los daños. 

 Cuando el siniestro no es urgente, la compañía aseguradora tendrá un plazo de tres meses para solucionarlo, pero si éste es de urgencia, (por ejemplo un escape de agua) hay un plazo de 24 a 48 horas máximo por el que el perito de la compañía debe acudir a realizar inspección y comenzar con la reparación. 

 Cuando el siniestro sea de un importe bajo o mínimo la aseguradora tiene un plazo de cuarenta días para abonar dicho importe.  

Según la Dirección General de Seguros casi el 30% de los siniestros no se denuncian. Esto se debe en gran parte a que el usuario ni siquiera recuerda que contrató un seguro al firmar la hipoteca, pero también se debe en gran parte a la “desatención telefónica” de las compañías de seguros que en muchos casos desaniman al consumidor a notificar su siniestro formalmente con frases como “ese riesgo no está cubierto” o “ha tenido usted falta de prevención”, etc.. Además resulta curioso como, a menudo en esta atención telefónica, se anuncia que la conversación esta siendo grabada en beneficio de la aseguradora ante manifestaciones del cliente, pero desde ADICAE consideramos más que necesario que la Dirección General de Seguros revisara al menos una muestra de esas llamadas para ver realmente porqué el 30% de los siniestros no acaban denunciándose.

El consumidor debe acostumbrarse a realizar sus comunicaciones de siniestros, por escrito, y no darse por vencido en su reclamación hasta recibir una respuesta escrita a su comunicación. Lamentablemente, en los seguros la necesidad de acudir a una asociación de consumidores no surge ante el incumplimiento de la aseguradora sino que es ya patente para la mera notificación del siniestro. Esta es la principal causa de que un tercio de los propietarios de vivienda no confie en los seguros del hogar.

Precauciones al contratar un seguro del hogar

Rotura de cristales: Evite las franquicias

Daños por viento, granizo y lluvia: Solo para viviendas unifamiliares

Daños eléctricos: evite cláusulas que excluyan aparatos de más de 5 años

Robo: Asegurese de que incluye también el hurto sin violencia

Continente y contenido.- Ajuste su valor, evite el “supraseguro” e “infraseguro”.

Pago aplazado con lleva el coste de intereses

Lo que realmente necesitamos de un seguro del hogar

Los seguros del hogar no se comercializan a la “carta”. Es difícil conseguir las coberturas que queremos y excluir las que no nos interesan consiguiendo una rebaja real en el coste del seguro. Pero antes de contratar la póliza, el consumidor debe saber lo que quiere asegurar y negociar para conseguirlo.

Los riesgos hay que valorarlos desde dos puntos de vista: la probabilidad de que se produzcan y el coste de reparación en caso de siniestro. El riesgo más probable es el de daños por agua (habitualmente supone el 31% de los siniestros), y los riesgos más peligrosos (o los que suponen un mayor coste) son el de incendio (15% de los accidentes) que además es el imprescindible para las hipotecas, y el de responsabilidad civil (8% de los siniestros) ya que este último, al incluir el riesgo de causar daño a un tercero, pueden ser el más costoso.

 Si decidimos cambiar nuestro seguro a otra compañía debemos acordarnos de comunicarlo con dos meses de antelación al vencimiento de nuestra póliza, para que la compañía en la que va a darse de baja no le pueda exigir el pago de la prima.  

Otros riesgos son menos necesarios como el de robo (18% de los siniestros) ya que hay que valorar el coste de reposición de los que nos puedan robar, o el de rotura de cristales (12% de los siniestros) ya que del mismo modo hay que valorar el coste de arreglarlos.

Las compañías aseguradoras son muy conscientes de que el consumidor sólo desea unas determinadas coberturas en los seguros, pero al incluir coberturas añadidas en sus seguros eso les permite justificar primas más altas. Hemos comprobado que prácticamente no hay diferencias de precio entre contratar en “bloque” y contratar “a la carta” las coberturas, por lo que este tipo de ofertas a medida no suelen ajustarse a lo que realmente ofrecen estas compañías. Se utiliza el argumento de la “confección de la póliza a medida de las necesidades” pero luego realmente a la hora del cálculo de la prima a pagar, la posible rebaja no se corresponde con el número de coberturas que se han eliminado.

  Es el momento de cambiar de aseguradora o renegociar su seguro 

En los últimos 8 años los seguros del hogar han subido su precio en un 54%, lo que contrasta con el IPC acumulado de estos 8 años que solo asciende al 25,3%. Los seguros del hogar fijan su precio principalmente en función de las características de la vivienda (metros y ubicación para cuantificar continente y contenido), y si bien es cierto que la bajada del precio de los inmuebles no debe afectar al precio del seguro (ya que este valora la vivienda por su coste de reparación o reconstrucción no por su precio de venta), lo cierto es que el incremento de la siniestralidad en este sector (58% en 2006, 59% en 2007 y 60% en 2008) provoca una continua subida en sus precios en estos seguros. No obstante, estas subidas en las primas para seguros nuevos son mucho más moderadas desde el inicio de la crísis económica y las dificultades de pago generalizadas.
Para aquellos que ya tenían contratados sus seguros del hogar desde hace más de tres años, la prima anual de sus seguros habrá subido cada año de acuerdo al precio contratado incialmente. Sin embargo aquellos que han contratado el seguro durante el periodo de crísis habrán encontrado precios que en algunos casos están por debajo del incremento del IPC. Por este motivo ahora es el momento de revisar el coste y coberturas de nuestro seguro y buscar ofertas alternativas más económicas.

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