
Desde 2002, cuando se puso en circulación el euro, la peseta ha pasado a ser un recuerdo. Eso no quiere decir que haya dejado de tener valor.
Las monedas y billetes que los consumidores puedan tener por casa, bien olvidadas en algún rincón o bien guardadas como recuerdo, se pueden cambiar todavía, de forma exclusiva y sin coste alguno, en cualquiera de las 15 oficinas que el Banco de España tiene en el Estado. Cada mes se cambian por el valor aproximado de un millón de euros.
El año pasado, la Ley 8/2012 estableció que el limite para el canje de pesetas por euros será el 31 de diciembre de 2020. A partir de entonces, las pesetas no se podrán cambiar en el Banco de España. Ya solo tendrán valor como objetos de coleccionismo numismático.







