La asociación de consumidores ADICAE reivindica una educación financiera crítica, imparcial y para todos los públicos, frente al actual modelo impulsado por el Banco de España (BdE) y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), organismos que “no están legitimados para dirigir la educación financiera en España después de haber actuado como cómplices de la banca en los grandes fraudes a los consumidores”, afirma Manuel Prados, presidente de ADICAE, que participa en el acto central del Día de la Educación Financiera, organizado por la CNMV este lunes 3 en Madrid.

“La inmensa mayoría de los profesores de los centros educativos nos están confirmando que la actual educación financiera, con el sello de las entidades financieras, es una clara herramienta de adoctrinamiento de la banca”, señala Pardos. “La educación financiera no puede estar en manos de empleados o exempleados de la banca; es poner al lobo a cuidar de los corderos, justo cuando la banca está volviendo a vender productos tóxicos y aún no ha depurado sus responsabilidades ni devuelto el dinero por sus fraudes”, según Pardos.

Precisamente ADICAE inicia hoy una campaña con más de 40 puntos informativos en todo el país, en los que se dará información práctica y asesoramiento sobre educación financiera y vivienda e hipotecas, que irá acompañada de publicaciones, eventos y contenidos didácticos en las redes sociales, que pueden encontrarse en la web educacionfinancieracritica.org

Ejemplos de graves incumplimientos

Incluso en un primer diagnóstico técnico del Plan de Educación Financiera del BdE y la CNMV, cuyo análisis y propuestas de mejora serán publicadas por ADICAE próximamente en un estudio, destaca la grave vulneración de los principios marcados por la OCDE y la Comisión Europea. Tan solo algunos ejemplos:

• Se ha limitado a escolares, obviando el mandato de extenderlo a todas las edades tal como fija la OCDE: “La educación financiera deberá considerarse como un proceso continuo, en curso y a largo plazo, con el fin de tener en cuenta la creciente complejidad de los mercados, la variación de las necesidades en diferentes etapas de la vida y la cada vez más compleja información financiera”.

• Según la CE, “La educación financiera que imparten los prestadores de servicios financieros debe aportarse de manera equitativa, transparente e imparcial”, un incumplimiento tan flagrante que hasta la CNMV pretende maquillar con el anuncio de la elaboración de un “Código de Buenas Prácticas en educación financiera en el que se definirán unos principios que aseguren la calidad e imparcialidad de las iniciativas en este campo y que eviten los conflictos de interés entre las actividades formativas y comerciales de las entidades.”

La orientación de los contenidos a los intereses de la banca va mucho más allá de que en muchos casos sean las entidades financieras las que imparten los contenidos. Valgan algunos ejemplos:

• Se promocionan, como positivos, conceptos de por sí negativos y peligrosos, como “endeudamiento sostenible” o “deuda buena”. Frente a la deuda mala y muy mala, se fomenta como deuda buena el “endeudarse para adquirir bienes o servicios que puedan […] aumentar su valor con el paso del tiempo, de forma que en el futuro valdrán más de su precio inicial más coste de financiación (por ejemplo, una vivienda u otro inmueble)”. Es decir, la web de referencia del BdE y la CNMV, ‘finanzasparatodos’, induce a especular y participar en una nueva burbuja inmobiliaria.

• En la planificación financiera, se ponen los pagos de la hipoteca o alquiler (“gastos fijos obligatorios”) por delante de necesidades básicas como comida, ropa o electricidad (“gastos variables necesarios”).

• Durante todo el programa, se carga toda la responsabilidad sobre el consumidor ante posibles conflictos, mientras se descarga a la banca llegando al punto de no citar fraudes como las preferentes y las cláusulas suelo.

Debate de todas las partes implicadas

La asociación está trabajando junto a la comunidad educativa en una alternativa que mire por los derechos del consumidor. En el marco del proyecto ‘La educación financiera como una herramienta clave para la protección de colectivos de consumidores vulnerables’, centrado en adolescentes, jóvenes y personas mayores y que desarrolla en colaboración con la AECOSAN, ADICAE invitará este año a debatir propuestas y mejoras a todas las voces implicadas: profesorado, padres, alumnos, Ministerio y consejerías de Educación, supervisores y el propio sector financiero. Algunos de los problemas básicos a corregir serían:

• Vacío normativo y falta de homogeneización de metodologías y contenidos: por un lado, el Plan del BdE y la CNMV; y por otro, los programas impartidos por entidades financieras, ya de por sí dispares, acordados con las comunidades autónomas.

• Tampoco existe un marco común que establezca una formación y requisitos mínimos para el profesorado de la materia, permitiéndose el intrusismo de empleados y exempleados de banca en una labor docente para la que ya existen profesionales debidamente formados, acreditados y experimentados, como los profesores de Economía.

• El propio Plan de los supervisores ha fracasado en uno de sus principales objetivos: incluir la educación financiera como asignatura obligatoria para todos los alumnos en los planes de estudio.

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