El año nuevo no ha traído mejoras en el producto preferido del ahorro de los consumidores más conservadores. Los plazos y depósitos siguen teniendo bajos intereses y muchos de ellos exigen una vinculación exagerada. Además, a lo largo de 2010 el BCE subirá los tipos de interés, con lo cual hay que ser cuidadoso con los depósitos que se contratan ahora y, sobre todo, con el plazo.
El Banco Central Europeo sigue marcando la tónica de tipos situados en mínimos históricos. Con ello, la remuneración de los productos bancarios más habituales y seguros del mercado sigue dando poco que hablar. Las entidades financieras apenas han variado sus ofertas en los últimos meses en cuanto a la rentabilidad ofrecida. Lo que sí se observa es una loca y peligrosa carrera por atrapar al consumidor de la mayor forma posible a la hora de contratar productos de ahorro, como los depósitos. Hay que tener mucho cuidado con suculentas rentabilidades condicionadas a la contratación de productos bancarios adicionales. ADICAE le recuerda que, antes de contratar un depósito que exija vinculaciones, es preferible hacer cuentas para ver si realmente compensa.
Letra pequeña que atrapa
Ya no sirve quedarse sólo con el dato de la rentabilidad neta en forma de TAE. Las condiciones adicionales pueden resultar tanto o más importantes que la rentabilidad en sí. [entresacado]Sea cuidadoso a la hora de apostar por los productos que más rentabilidad prometen. Vigile las condiciones, sobre todo en referencia a contratar planes de pensiones, seguros o tarjetas. Piense, ante todo, si los necesita. Y en caso afirmativo, deduzca de la rentabilidad prometida su coste para poder valorar qué depósito es mejor[/entresacado]
Como muestra, tomemos el Depósito 2038 de Caja Madrid, la “estrella” del producto de ahorro de la entidad madrileña. Este depósito es a un año y ofrece un 3,25% TAE con ciertas condiciones. La oferta es atractiva: las letras del Tesoro a un año ofrecen un 0,93% y algunos fondos de inversión garantizados (los que más se asemejan a un depósito por su seguridad) rondan el 2%. Así pues… ¿dónde está el problema? Evidentemente, en la letra pequeña y las vinculaciones que en ella hallamos. Ilustremos el problema con una aplicación práctica. Son muchas las entidades que ofrecen depósitos con esta letra pequeña, entre ellas Kutxa, Ibercaja, BBVA, Caja Madrid y un larguísimo etcétera.
Supongamos que disponemos de 10.000 euros para el depósito de Caja Madrid. El pago de intereses es trimestral y asciende, en virtud del 3,25% TAE a 80,25 euros, lo cual hace unos intereses netos al vencimiento de 321 euros. Ahora, observemos los requisitos necesarios para aspirar a estos 321 euros de rentabilidad.
Empiece a restar…
El primer requisito es que todos los titulares del depósito tengan una tarjeta de crédito y otra de débito y que cada titular haga uso de cada tarjeta al menos una vez por trimestre. Si usted abre el depósito con su mujer o marido tendrá que contratar dos tarjetas de crédito y otras dos de débito. La comisión anual por tarjeta de débito es 18 euros y por la de crédito 35. En total, 106 euros sólo en mantener las tarjetas que obligan a adquirir para disfrutar de la rentabilidad máxima. Casi un tercio de los intereses del depósito van, en realidad, a la saca de Caja Madrid.
] Hágase un plan de pensiones o un seguro de riesgo.
Otros requisitos habituales son exigidos aunque, a priori, no suponen menoscabo económico para el consumidor (domiciliación de recibos, por ejemplo). En cambio, la última exigencia de Caja Madrid obligan al cliente a contratar un seguro de prima mínima de 125 euros o un plan de pensiones con 300 euros de saldo. Imaginemos que contratamos el seguro. Otros 125 euros de la rentabilidad van a Mapfre, la aseguradora con la que Caja Madrid trabaja.
Haga cuentas y saque sus propias conclusiones
Así pues, de los 321 euros de rentabilidad, 106 van a las tarjetas y 125 (al menos) al seguro. La rentabilidad real serían 90 euros, lo cual hace que la TAE se sitúe en un paupérrimo 0,903%. Curiosamente, la rentabilidad de las letras del Tesoro a un año es del 0,93%. Otros depósitos sin vinculación exigida tienen más rentabilidad que ese 0,903% que, en realidad, promete el Depósito 2038. Por tanto, sea cuidadoso a la hora de apostar por los productos que más rentabilidad prometen. Lo barato sale caro, sin duda alguna. Vigile las condiciones, sobre todo en referencia a contratar planes de pensiones, seguros o tarjetas. Piense, ante todo, si los necesita. Y en caso afirmativo, deduzca de la rentabilidad prometida su coste para poder valorar qué depósito es mejor.
Las ofertas actuales de depósitos no convencen
Interés / Plazo
ING 12 meses
1,90%
1 año
A través de internet
Depósito Oro B. Popular
3%
1 año
Sólo para nuevos clientes; a través de internet
“Al tirón” Banesto
2,30%
6 meses*
Sólo para clientes que operan con banca en internet
Imposición C. Tarragona
1,12%
18 meses
Regalo de cafetera: valor 120 €
Creciente Caja Vital
1,89%
3 años
Interés año por año: 1,40%, 2% y 2,40%
Depósito 18 CAI
2,16%
18 meses
Mediterráneo 15 CAM
1,05%
15 meses
Imposición Bankinter
1,46%**
2 años
Fortaleza nómina BBVA
2,5%
6’5 meses
Domiciliada nómina o pensión. Si no, interés de 2%
Kutxa bonificado
4,45%
1 año
Requiere domiciliaciones, seguros y tarjetas
Ibercaja bonificado
3,5%
6 meses
Domiciliación de la nómina, con mínimo 500 euros
* Al ser a seis meses, el tipo de interés recibido será aproximadamente un 1,15%
** Tenga en cuenta la ridícula rentabilidad y el largo plazo. Huya de estos depósitos
Por norma general, la rentabilidad aumenta conforme sube la vinculación. La tipología de depósitos es muy amplia: con regalo, crecientes, estructurados, a muy corto plazo (6 meses o incluso menos)… tampoco hay que olvidarse de las comisiones, sobre todo para aquellos depósitos a más largo plazo (dos, tres ó más años) en los que le surja la necesidad de recuperar el dinero. Sin embargo, con los tipos de interés tan bajos (no van a bajar más) no es buena idea tener un depósito a muy largo plazo porque las condiciones de mercado pueden cambiar y convertir su depósito en un activo financiero nada valioso. Piense que si el Banco Central Europeo sube los tipos, los depósitos también lo harán y el depósito que contrate ahora por uno, dos o más años será con toda probabilidad menos ventajoso que los nuevos que surjan a raíz del cambio en tipos.
Malas prácticas en comisiones
El Banco de España considera mala práctica bancaria cobrar comisión de mantenimiento de cuenta cuando esta es exigida para formalizar un préstamo hipotecario.[entresacado]Con los tipos de interés tan bajos no es buena idea tener un depósito a muy largo plazo porque las condiciones de mercado pueden cambiar y convertir su depósito en un activo financiero nada valioso[/entresacado] Esta consideración debería ser aplicable a este tipo de “vinculaciones” que hace la banca en sus depósitos. Obligar a tener tarjetas de crédito para obtener la rentabilidad prometida debería conllevar la inexistencia de comisiones. Sin embargo esto no ocurre y se da la circunstancia de que casi un tercio de la rentabilidad se pierde. ADICAE reclama que este tipo de vinculaciones estén más controladas para que los consumidores no sean engañados a la hora de contratar depósitos.