Los préstamos personales son aquellos concedidos al consumidor para menesteres tales como la adquisición de un vehículo, vacaciones, compras de bienes, gastos para estudios, gastos extraordinarios e imprevistos. El intenso marketing bancario destaca las “excelentes” condiciones que ofrecen a la hora de dar créditos personales. Pero la realidad no deja lugar a dudas: los préstamos personales son una enorme fuente de beneficios para la banca porque tradicionalmente han tenido condiciones -particularmente el tipo de interés- muy duras para el consumidor. La banca se aprovecha de las necesidades, en ocasiones muy urgentes, de los ciudadanos para aplicar intereses muy amplios sin tener en cuenta cómo está el mercado y la economía.

En verano los tipos de interés cobrados por la banca en los préstamos personales aumentaron progresivamente (un 17% desde mayo). Así, el interés nominal ronda el 9%, colocándose en niveles próximos a los del año 2008, momento en el cual se registraron máximos cercanos al 10%. El optimismo que tanto lanzan banca y Gobierno no se está viendo reflejado en una relajación de las condiciones de acceso al crédito. Además, el Gobierno ha llevado a cabo una serie de actuaciones para facilitar el crédito a los consumidores por medio de el Fondo de Adquisición de Activos Financieros. Sin embargo, los objetivos no se han cumplido. Ni hay más crédito ni es más fácil acceder a él. ¿Dónde estará el dinero proporcionado para expandir el crédito? Remendando balances de bancos y cajas, por supuesto.

 Año nuevo, comisiones nuevas (y más jugosas para la banca) 
Como se ha dicho antes, la TAE (Tasa Anual Equivalente) es el tipo de interés efectivo de un préstamo porque incluye aparte del interés nominal aquellos gastos asociados, como por ejemplo todo tipo de comisiones. Evidentemente, la TAE siempre es superior al interés nominal cuando hablamos de préstamos. Se deduce que cuanta mayor diferencia haya entre TAE y nominal mayores serán las comisiones aplicadas al préstamo por parte de la banca. La tabla muestra dos datos “curiosos” que dicen mucho de la actitud expoliadora de la banca. En enero de 2009 se observa que el interés nominal bajó y sin embargo la TAE subió más de un 5%. Ello significa que con la entrada del año se hicieron profundos cambios en las comisiones aplicadas a los créditos de consumo. Parecido ocurre con otra época “propicia” para colar más comisiones sin producir mucho ruido: el verano. De nuevo, se ve cómo en agosto de 2009 la TAE aumentó casi un 8% con respecto al mes anterior. Aunque el tipo de interés nominal repuntó ligeramente entre julio y agosto la mayoría del encarecimiento del crédito se debe a que las comisiones engordaron. Elegir los momentos en que el ciudadano “no se entera” para endurecer impunemente el ya de por sí caro crédito al consumo constituye una actitud alevosa e intolerable.

 Los tipos de interés de referencia están en mínimos históricos. ¿Por qué aún así el crédito no se abarata? 
Los efectos de la crisis y la política monetaria del BCE han llevado a que los tipos de interés europeos y del euribor estén en mínimos históricos. ¿Cómo afectan a las entidades bancarias estos dos índices? Por un lado, el tipo de interés que impone el Banco Central Europeo da una visión muy clara sobre el precio que paga la banca por conseguir liquidez. El BCE hace subastas de liquidez cuyo precio mínimo es el tipo de interés oficial. En las últimas subastas la banca española ha pujado por la liquidez con un precio de salida del 1%. La conclusión es sencilla: con los tipos de interés de la zona euro bajos la banca consigue dinero a muy pequeño tipo de interés. El euribor es un complejo indicador que muestra el tipo de interés que se aplica en los préstamos interbancarios. O lo que es lo mismo, el euribor indica el tipo de interés con que un banco presta dinero a otro banco en la zona euro. Es obvio que, ahora que dicho índice se halla en un mínimo histórico, la banca obtiene liquidez con condiciones muy ventajosas. Así pues, resumiendo: a la banca le prestan dinero con un tipo de interés sumamente bajo… y sin embargo no traslada esas condiciones de las que goza al consumidor. Las bajadas de tipos del BCE y del euribor no han implicado que el crédito al consumo se haya abaratado en consonancia. [entresacado] Muchos bancos y cajas bonifican el tipo de interés exigiendo la vinculación con la entidad. Por ejemplo le reducirán un 0,25% si domicilia la nómina, si contrata seguros… no se deje engañar y compruebe si realmente compensa la rebaja en comparación con los costes que supone esa vinculación [/entresacado]

 La excusa de la banca se llama morosidad  
En España se considera morosa aquella situación en la que el titular de un crédito lleva tres meses o más sin atender a sus pagos. El Banco de España llama técnicamente a este hecho “crédito de dudoso cobro”. El cambio en la morosidad ha sido espectacular. En 2003 la morosidad no rebasaba el 1%. Así fue hasta 2008, momento en el cual la morosidad comenzó a crecer exponencialmente. De enero de 2008 a agosto de 2009 (20 meses) la morosidad se ha casi quintuplicado pasando del 1% al 4,93%. Sin embargo, parece que la escalada se está frenando, ya que cada vez aumenta menos e incluso en junio se redujo ligeramente. La banca argumenta la reducción del crédito en base a las pérdidas que le ocasionan las provisiones por créditos de dudoso cobro. Cuando hay riesgo de impago, la banca debe provisionar un determinado porcentaje del crédito con el objetivo de ser solvente en el futuro si la morosidad aumenta en gran medida. Por ello, ahora que la mora es elevada el crédito se reduce por la posibilidad de que expandir el crédito suponga expandir la morosidad. Sin embargo, la banca olvida que la situación de actual morosidad es fruto de su política crediticia irresponsable del pasado más reciente.

 Algunos préstamos personales, por encima del 10% de interés nominal  

La oferta de créditos al consumo es elevada. Cada entidad cuenta con varias opciones de financiación personal, cada una dirigida a una necesidad concreta. Sin embargo, la competencia por conseguir clientes no parece feroz. Algunas entidades ofrecen condiciones sangrantes que se acercan al 12% TAE. Normalmente, la publicidad de algunas ofertas destaca un tipo de interés nominal “bajo” respecto a la competencia. Sin embargo, recuerde que para comparar el coste del préstamo hay que ver la TAE. De hecho, en la tabla presentada a continuación se intuye que aquellas entidades que ofrecen mejor condición en el tipo de interés incurren en mayores gastos financieros por comisiones. De forma que, teniendo en cuenta la TAE, las ofertas de préstamos personales no difieren demasiado entre las entidades financieras. De las misma manera, aquellas ofertas con un tipo de interés elevado pero sin comisiones o con comisiones reducidas destacan en su publicidad por encima de todo el segundo hecho.

De los cuatro créditos para la adquisición de vehículo el de Caja España era el más conveniente y el de Ibercaja el peor, a juzgar por la TAE. Pero, ¿qué pasaría si en la TAE se incorporasen otras dos comisiones (amortización y cancelación)? El resultado varía, tal y como muestra la tabla

Ibercaja Motor Joven 11,97%

CrediKutxa Coche 12,08%

Crediespaña Coche 11,97%

No se incluye el crédito de Cajasol al no existir información sobre la comisión de cancelación y amortización

La moraleja es que como consumidor hay que considerar todos los elementos posibles. El crédito de Caja España y el de Ibercaja, tan distintos a priori, son igual de costosos si se incluyen las dos comisiones comentadas. Por eso hay que tener en cuenta todas las comisiones posibles que se puedan aplicar ya que la TAE variará sustancialmente de una situación a otra.

 Si necesita un crédito, no tenga prisa: recopile todos los datos posibles 

Es importante saber elegir la entidad financiera que más convenga a sus intereses. Para ello, tiene todo el derecho a informarse de importes de financiación, plazos, tipos de interés, comisiones y TAE. Todas esas variables son las que necesita para tomar la mejor decisión. Muchas bancos y cajas bonifican el tipo de interés u otras condiciones financieras exigiendo vinculación con la entidad. Por ejemplo, le reducirán el tipo de interés en 0,25% si tiene la nómina domiciliada, otro 0,25% si suscribe un seguro, etc. No se deje presionar por las “ventajas” que le ofrecen; seguramente ese 0,25% de rebaja será menos que le que le costará el seguro que, a cambio, la obligarán a contratar.

Supóngase un préstamo a 5 años por un importe de 10.000 €. Si el tipo de interés es el 10% pagadero mensualmente, la TAE asciende al 10,47%. La cuota mensual es 212,47€, con lo cual al devolver el préstamo se han pagado 2.748 € de intereses. Ahora supongamos que nos ofrecen una rebaja condicionada del tipo de interés…

… imaginando que nos los rebajan un 0,5% exigiendo a cambio un uso de tarjeta de crédito de 2.000 euros anuales. La TAE sería 9,92% debiendo afrontar cuotas mensuales de 210,02 €. Así, al amortizar el préstamo se habrán pagado 2.601 € de intereses. En comparación, se han pagado 147 € menos (apenas un 5%) “gracias” a la rebaja. Pero para ello debemos gastar 2.000 € en compras a crédito. Imagine que usted no la usa. O que la usa, pero por valor de 1.000 € anuales. Además, recuerde que le cobrarán una comisión de unos 36 € anuales por la tarjeta. Y si tiene un descuido y algún mes queda en descubierto prepárese para pagar intereses… ¿de verdad le compensa esa pequeña bajada del tipo de interés?

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