La conclusión extraída por Wyman parece tratar de demostrar que el precio de la vivienda ha caído ya mucho. Nada más lejos de la realidad. El precio de las viviendas tiene que continuar bajando. La prueba es que bancos y cajas siguen ofreciendo préstamos hipotecarios de muy larga duración (hasta 40 años) y en condiciones muy similares a las que ofrecían en plena burbuja hipotecaria (superando el 80% del valor de tasación).

 Toda una década de hipertasaciones 

Desde el inicio de la burbuja inmobiliaria, que aún no se ha desinflado, las viviendas se tasaron por encima de un valor razonable, favoreciendo préstamos hipotecarios con tipos muy altos que engordaran los balances de bancos y cajas. Una práctica, además, que ha sido tolerada por el Gobierno y en la que se halla el origen de la actual crisis económica.

Pese a las estimaciones de Wyman, los consumidores que tienen que pagar más de lo que vale su vivienda en la actualidad son, con toda seguridad, más de 250.000, por el progresivo y continuado incremento del número de hipotecas firmadas en el periodo 2002-2008 así como del precio de la vivienda en estos años, lo que motivó las hipotecas a largo plazo (hasta 50 años) y por más del 80% del precio de tasación.

A esto hay que sumar, además, las hipotecas “recargadas” desde que en 2007 se aprobara la reforma de la Ley del Mercado Hipotecario, que permitía que, una vez amortizado (pagado) parte del importe de la hipoteca, éste volviera a añadirse para disponer de más dinero sin tener que abrir un nuevo préstamo. Bancos y cajas fomentaron este endeudamiento irresponsable para la adquisición de coches y otros bienes.

 La vivienda tiene que seguir bajando 

Con estos factores, podemos decir que la bajada del precio de la vivienda no ha sido ni mucho menos suficiente, sino que queda aún mucho por hacer. Las estadísticas existentes sitúan la depreciación de los pisos en un 22,3% de media desde 2007 pero el precio de la vivienda aún debería bajar otro 30%.

La situación se ve agravada, además, porque muchos españoles están pagando de más por su hipoteca debido a las abusivas cláusulas suelo que, según las estimaciones de ADICAE, ya en 2008 afectaban a unos 3.834.095 consumidores, que se ven afectados por una media de suelos del 3,56%. Hasta el momento, 101 entidades financieras han sido denunciadas al respecto en la mayor demanda colectiva bancaria de nuestro país.

Para acabar con estas situaciones, se hace imprescindible una reforma legislativa que incluya una serie de medidas hipotecarias de largo alcance. Para ello, ADICAE ha propuesto “Stop Embargos”, una moratoria hipotecaria, que ya aplican países como Hungría. Una medida que, además de poner fin al sufrimiento de cientos de miles de familias, sería beneficiosa para la economía de nuestro país.

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