El test de estrés publicado recientemente por el Comité de Supervisores Bancarios Europeos (CEBS) no ha dejado en buen lugar a diversas entidades financieras españolas. Mientras, según sus datos, la gran mayoría de los bancos están resistiendo ‘bien’ la crisis económica cinco entidades financieras necesitarían todavía más liquidez para sobrevivir si la situación económica continúa empeorando.
Se trata de Banca Cívica, Banca Espiga, la unión de Caixa Catalunya, Manresa y Tarragona, la de Unmin y la recientemente intervenida Cajasur, aunque en este último caso las pruebas se realizaron antes de su fusión con la BBK. Son datos ciertamente preocupantes, especialmente en el caso de la unión de las cajas catalanas ya que, a finales de 2009, ocupaban en conjunto el quinto puesto en el ranking de cajas de ahorros españolas a tenor del activo acumulado, con 811.024 millones de euros.
Qué son los test de estrés
Los test de estrés valoran la posible solvencia de las entidades financieras en función de tres variables: la evolución del PIB y del paro en 2010 y 2011, y de los tipos de interés a corto plazo. Los escenarios recreados en las pruebas contemplan una fuerte caída del PIB, un aumento del paro y de la morosidad, una disminución del 28 por ciento en el precio de la vivienda terminada, y una reducción del precio de la deuda pública.
Es necesario dejar claro que este test sólo mide la teórica solvencia de las entidades financieras y no la liquidez de las mismas y que los rescates financieros que se están llevando a cabo en todo el planeta están siendo motivados por problemas de liquidez y no de solvencia. El dato de que sólo se contemple un montante económico de 3.000 millones de euros para rescatar al sistema financiero si la crisis empeora es difícilmente creíble. Además se tiene en cuenta el crédito fiscal como capital propio de las entidades, algo cuanto menos dudoso y que dependería de que las entidades financieras pudieran generar beneficios en el futuro.
¿Y los consumidores?
El presidente de la Asociación de ADICAE, Manuel Pardos, asegura que las pruebas deberían servir para romper las condiciones irracionales que exigen ahora las entidades para prestar dinero y que no tienen en cuenta la repercusión social: “Que hagan su función. Los consumidores no son los causantes de los problemas del sistema y sin embargo las entidades han sido muy abusivas con ellos, además de que los morosos están siendo castigados durísimamente a pesar de las ayudas que el Gobierno ha dado al sistema financiero”, destaca Pardos.
Los test de estrés a la Banca europea se realizan todos los años, pero nunca han sido publicados hasta este 2010. ¿Por qué sí en esta ocasión? ¿Y por qué el 98% del sistema financiero español ha sido sometido al examen por únicamente el 65% del conjunto del sistema europeo? Da la impresión de que Europa ha querido ‘ponerle un examen’ a España. ¿Por qué, desde el Gobierno, se le ha dado tanta repercusión a estos resultados? ¿Y por qué no se han hecho públicos en años anteriores? ¿Dónde estaban estos tests cuando estallaron los casos colectivos de Fórum Filatélico, Afinsa y Arte y Naturaleza, que atraparon entre 9.000 y 13.000 euros de más de 477.000 españoles?
Además, no se han tenido en cuenta todos los casos colectivos de denuncias contra las entidades por contratos de permuta financiera, clips, swaps, cláusulas suelo… ¿Qué ocurrirá con estos datos si los tribunales dan la razón a los consumidores y las entidades financieras se ven obligadas a pagar?
ADICAE ya ha presentado demandas ante 59 entidades por el caso de las cláusulas suelo en las hipotecas. Y siguen adelante las denuncias por clips, swaps y permutas financieras. Al igual que el caso por la comercialización irregular en España de bonos del Royal Bank os Scotland. Y los de Arte y Naturaleza, Forum Filatélico, Afinsa, AVA, Banfisa, Banif Inmobiliario, Lehman Brothers, Ruralcaja,… son muchas las estafas en las que las entidades financieras se ven involucradas y los consumidores perjudicados.