La Asamblea de Unicaja se reunió el sábado 24 de septiembre para dar luz verde a la fusión con Caja España-Duero, que la Asamblea de esta última también ha aprobado. Así, se constituye una nueva entidad financiera que se situará entre las más grandes dentro de las procedentes de fusiones de cajas de ahorros. De ella, Unicaja poseerá el 70% y Caja España-Duero, el 30%.

Se trata de otro movimiento de las cajas de ahorros para evitar la entrada de capitales públicos a que se verían obligadas de no alcanzar un 10% de solvencia (capital disponible para hacer frente a las deudas) antes de finales de año. Sin embargo, en este nuevo movimiento vuelven a quedar fuera de toda consideración las necesidades y derechos de los consumidores y de los trabajadores. Y es que la fusión conlleva, entre otras cosas, una reducción de personal, con el consiguiente perjuicio además al servicio que reciben los clientes.

 Los políticos vuelven a ponerse del lado de la Banca 

Además, la operación ha sido facilitada por la Junta de Andalucía (una vez más los gobiernos se ponen del lado de la Banca), quien hace solo unos días modificó la Ley de Cajas de Ahorros para que en estas operaciones de transformación fuera solo necesaria una mayoría de dos tercios para su aprobación, en lugar de los cuatro quintos necesarios hasta el momento. ¿Por qué se empeñan una y otra vez en dar pábulo a las aspiraciones e intereses de las entidades financieras sin tener en cuenta los perjuicios a la ciudadanía?

La situación podría, además, agravarse en el futuro ya que, aunque ahora mismo no parece necesaria una ampliación de capital al alcanzar el mínimo de solvencia exigido por el Banco de España, sí podría ser necesario a corto o medio plazo, sobre todo si se revisasen las condiciones de solvencia exigidas a las cajas de ahorros. Y, entonces, ¿qué harían? ¿lanzarse a Bolsa igual que han hecho entidades como CaixaBank, Bankia o Banca Cívica para que sean los pequeños ahorradores los que sigan pagando por su mala gestión?

 Dos entidades que abusan de los consumidores 

A todas estas consideraciones deberíamos sumar, además, el hecho de que tanto Unicaja como Caja España-Duero están incluidas en la macrodemanda de ADICAE contra las cláusulas suelo, que agrupa ya a más de 15.000 consumidores que están sufriendo estas cláusulas abusivas, que encarecen su hipoteca y les ahogan un poco más cada mes.

Además, la fusión de Caja España y Caja Duero ya recibió en su día 525 millones de euros del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), dinero público que ha salido de los bolsillos de todos los españoles para ayudar a las cajas a salir de la crisis mientras los consumidores siguen ahogándose en ella sin que los poderes políticos y económicos les tengan en cuenta ni hagan nada por ayudarles.

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