José Antonio Goirigolzarri ha demostrado su carácter autoritario otro año más y no quiere entender que una junta de accionistas debe ser el lugar de contraste y crítica sobre la gestión de la entidad, pese a que se haya convertido en un «teatro» en el que los acuerdos y votaciones llegan adoptados de antemano.
Mientras no se corrijan los graves déficit de democracia y participación que en el plano teórico marca la ley de sociedades de capital, personajes como el presidente de Bankia siguen empleando al máximo órgano de gobierno de las sociedades cotizadas como «púlpito» desde el que atacar toda crítica que se les realice, rechazando cualquier capacidad real de decisión e intervención a los pequeños accionistas y cualquier cambio de fondo en las formas de actuar.
Goirigolzarri ha vuelto a expresar la animadversión que tiene a los consumidores y a las asociaciones como ADICAE, a la que ha vuelto a menospreciar una vez más después de escuchar las cuatro intervenciones que le han afeado su gestión al frente de la entidad.
ADICAE no se amilana ante las amenazas y la hostilidad desplegada por el presidente de Bankia y en cumplimiento de su papel y sus fines estatutarios, la asociación seguirá, aunque ello no guste a Goirigolzarri, agrupando a los pequeños accionistas y dándoles voz, a ellos y a los consumidores, en las juntas generales, poniendo de manifiesto los abusos, que como en el caso de Bankia, dañan además a la propia entidad.
ADICAE seguirá, como viene haciendo desde su nacimiento reclamando giros y cambios en sus actuaciones para beneficio de los usuarios, los propios accionistas, y las entidades como tal.
Ver aquí la intervención de ADICAE en la Junta de Accionistas