La CNMV parece no darle importancia a que alrededor de un millón de familias hayan visto sus ahorros ‘secuestrados’ por la Banca con la comercialización indebida de participaciones preferentes, con las que bancos y cajas de ahorros acapararon 29.713 millones de euros. El supervisor lleva varios meses sin valorar adecuadamente las reiteradas advertencias de ADICAE, que denuncia que este es uno de los mayores fraudes al ahorro familiar de la Historia de España.
Lejos de lo que indican los datos recogidos por ADICAE y las decenas de miles de testimonios de quienes ya se han unido a la plataforma de afectados de nuestra asociación, la CNMV considera que se trata de casos puntuales y que no se ha registrado un incumplimiento generalizado de la normativa por lo que, por el momento, sólo ha abierto cuatro expedientes sancionadores a entidades cuyos nombres no ha desvelado.
Si los expedientes acaban finalmente en sanciones, éstas pueden alcanzar hasta el 5% de los recursos propios de la entidad financiera en función de la gravedad de los incumplimientos detectados por la CNMV y de la obtención de beneficios derivados de la infracción cometida. ¿Llegarán a esos porcentajes? ¿Servirán estas posibles sanciones para forzar a la Banca a liberar los ahorros secuestrados?
Las entidades españolas contaban con un saldo vivo emitido en participaciones preferentes de 22.374 millones de euros el pasado mes de mayo, de los que destacan los de La Caixa (4.898 millones), Bankia (3.888 millones), BBVA (3.475 millones), Santander (1.966 millones) y la CAM (1.310 millones). Entre las entidades nacionalizadas, emitieron participaciones preferentes CatalunyaCaixa (480 millones) y Unnim (173 millones de euros).
[Ladillo]La situación es alarmante, diga lo que diga la CNMV[/Ladillo]Tras la forzada aceptación por parte de los consumidores de las operaciones de canje ofrecidas por algunas entidades emisoras (BBVA, Santander, Sabadell y Caixabank), el saldo vivo de participaciones preferentes asciende a 11.300 millones, y si se añaden las operaciones anunciadas (Bankia y Popular) la cifra se establecerá en 8.500 millones.
Es preciso recordar además que estas operaciones de canje no responden, en ningún caso, a buena voluntad por parte de la Banca. En 2011 la Autoridad Bancaria Europea comunicó que en sus pruebas de resistencia ya no iba a aceptar las participaciones preferentes como recurso propio de máxima calidad para calcular los ratios de solvencia. Por eso, y no por ningún otro motivo, la Banca está forzando a los clientes a convertir las participaciones preferentes en acciones. Un canje que en ningún modo es obligatorio para los consumidores.
La CNMV miente descaradamente cuando indica que los canjes no han supuesto ningún quebranto para el inversor minorista. Si bien es cierto que estas operaciones han derivado en productos un poco menos complejos y con un poco más de liquidez, la realidad es que los consumidores siguen teniendo sus ahorros atrapados en productos financieros complejos –ahora en acciones-y que deben vender en un mercado de valores –ahora la Bolsa en lugar del AIAF- en lugar de poder recuperarlo ‘cuando quieran’, que fue lo que prometieron los bancos a la inmensa mayoría de los afectados que, como se puede comprobar fácilmente en las asambleas que ADICAE está desarrollando por toda España, están muy lejos de ser inversores ‘profesionales’ y ‘cualificados’, tal y como esgrime la Banca con el apoyo de la CNMV.
La lucha social, clave
El 3 de marzo ADICAE convoca a todos los afectados por abusos bancarios a manifestarse masivamente en Madrid, Barcelona, Sevilla, Vigo, La Coruña, Bilbao, Valladolid y Alicante. La Banca debe sentir, de una vez por todas, la presión social de un movimiento de consumidores fuerte y unido que plante cara socialmente a los múltiples fraudes al ahorro familiar perpetrados por la Banca en la última década.
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