La morosidad de las entidades financieras superó por primera vez el pasado mes de mayo la barrera de los 100.000 millones de euros, según datos del Banco de España, situándose en 100.372 millones . De este montante 48.080 millones corresponden a las cajas, 43.213 a los bancos, 4.475 a las financieras de consumo y 4.135 a las cooperativas de crédito. En términos generales la tasa de morosidad del sector se sitúa en el 5’49%, los peores datos desde 1996.
Para evitar la morosidad de los consumidores en hipotecas y otros préstamos se puede aplicar la refinanciación con intereses no abusivos como los que aplican en muchos casos. Ése es el mejor destino de los fondos que el Estado y todos los españoles les proporcionamos.
Y, en segundo lugar, cuando es imposible la refinanciación, está la posibilidad de dación en pago, con costes muy inferiores para el consumidor en comparación con los embargos y ejecuciones, de los que sólo salen beneficiados los abogados de los bancos.
No obstante los actuales datos sobre la morosidad hacen referencia a recibos impagados y esto no quiere decir que las deudas sin pagar que han aumentado se hayan llevado al juzgado. Desde ADICAE esperamos que la gestión de esta morosidad por parte de los bancos se gestione inteligentemente en beneficio de todos con operaciones de refinanciación y de dación en pago.
Entretanto las demandas ejecutivas de la Banca siguen aumentando. Alrededor de 28.000 se efectuaron en el primer trimestre de 2010 y, según datos de ADICAE, desde 2008 hasta que finalice 2010 se habrán efectuado 350.000. Y todos los expertos coinciden en apuntar que la morosidad no dejará de crecer, al menos a corto plazo.
Las propuestas de ADICAE
Desde ADICAE llevamos varios años advirtiendo acerca de esta situación. Los bancos y cajas españolas, que vieron cómo el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y el Fondo para la Adquisición de Activos Financieros (FAAF) pusieron a su disposición casi 35.000 millones de euros para solucionar sus problemas económicos siguen sin estar dispuestos a permitir respirar a los consumidores.
Desde esta asociación se recomienda al consumidor que no deje de pagar sus cuotas en la medida de lo posible, pero también es preciso renegociar una bajada ya que al banco siempre le interesará más que el cliente siga pagando su cuota a que no lo haga. Además exigimos la dación en pago total, fijada por ley, y no la parcial que impera en la actualidad y que sólo beneficia a bancos y cajas.
También reclamamos que se ponga freno a los embargos de aquellas entidades que han recibido ayudas por parte del Estado y la eliminación de las trabas hipotecarias a la bajada de los tipos de interés, como son las cláusulas suelo. La regularización de las cláusulas y prácticas abusivas, la promulgación de la Ley de Sobreendeudamiento, no dar hipotecas por encima del 80% del valor de la tasación de una vivienda y otorgar facultades a los jueces para moderar la cuantía de las deudas, fraccionarlas y aplazarlas mediante planes de pago que permitieran la recuperación económica de los consumidores son otras de las posibles soluciones. Como ven haberlas haylas. El problema es que ni la Banca ni la clase política quieren llevarlas a cabo.