En lugar de recortar los privilegios de la Banca, de declarar abusivas las cláusulas suelo, de paralizar los embargos, de aumentar el gravamen fiscal a las rentas más altas, o de eliminar los rescates bancarios el Gobierno, una vez más, vuelve a dar la espalda a la ciudadanía y asegura, por voz de su portavoz y ministro de Fomento, José Blanco, que es necesario moderar los salarios para favorecer la productividad y poder crear empleo, que es la gran necesidad que tiene España.

 ¿Para cuándo un rescate a la ciudadanía? 

El Ejecutivo tiene sobre la mesa la posibilidad de paralizar los procesos de embargo durante al menos tres años, tal y como está pidiendo ADICAE. Aplicar esta medida no supondría a las arcas del Estado demasiados millones de euros y aliviaría la situación económica de alrededor de un millón de familias en peligro de embargo.

Además hay que recordar que los grupos políticos del Congreso de los Diputados y del Senado han rechazado en varias ocasiones declarar abusivas las cláusulas suelo de las hipotecas. Según el Banco de España, en 2008 había 3.834.095 de cláusulas suelo en España. Cláusulas que se siguieron, y siguen, aplicándose en muchas entidades. ADICAE calcula que estas cláusulas suponen un gasto medio extraordinario de 3.000 euros anuales por familia. De suprimirlas el ahorro sería considerable. La clase política lo ha tenido también en su mano, pero hasta el momento no ha deseado hacerlo.

Con solo estas dos medidas, paralizar los embargos y suprimir las cláusulas suelo, el ahorro que podrían generar las familias sería multimillonario. Si además se creara un impuesto progresivo sobre los beneficios bancarios obtenidos en operaciones financieras declaradas de carácter especulativo, o se aprobasen muchas otras medidas que ADICAE exige en su ‘Manifiesto por un cambio del sistema financiero español’, la situación económica de España sería mucho más sostenible.

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