A pesar de que cada mes las compañías eléctricas nos envían una ‘detallada’ factura, los datos que aparecen poco tienen que ver con nuestro consumo real y a menudo está redactada con unos términos difíciles de comprender. La cantidad a pagar está bien visible pero los cargos que nos hacen las eléctricas no están tan claros, y mucho menos las posibilidades que tenemos los consumidores para minimizar tanto nuestro consumo como nuestra propia factura; desde que el sector se privatizó, los precios para los consumidores llevan camino de duplicarse.
Por eso ADICAE ha comenzado una ‘ofensiva formativa’ que está llevando a todas nuestras sedes en toda España los cambios normativos y de facturación que se están aplicando para poder defendernos en lo posible. A través de estos talleres explicamos cómo descifrar nuestra factura de la luz para saber qué nos cobran y cómo podemos reducirla. Madrid, Barcelona, Zaragoza, Málaga… Las principales sedes de ADICAE en las ciudades españolas ya han celebrado talleres organizados por ADICAE, y el calendario continuará a lo largo de todo el verano.
Abusos sin freno
Estas acciones formativas de ADICAE se están complementando con su labor de asesoría presencial en las propias sedes. El volumen de consultas y quejas que llegan a la asociación es tal que durante estas próximas semanas las sedes prestarán especial atención a aquellos consumidores que traigan su factura de la luz, tengan dudas o quejas y quieran asesoramiento sobre lo que se les está cobrando y cómo ahorrar lo máximo posible.
De estas atenciones, además, pueden inferirse escritos y reclamaciones a las instituciones y las empresas, que son la primera respuesta colectiva y coordinada de la asociación ante la proliferación de abusos al amparo de una normativa confusa y dictada por los intereses de las compañías eléctricas. Tanto es así que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ya ha advertido que la publicidad de estas empresas es engañosa y trata de desinformar al consumidor jugando, además, con su miedo a los incrementos de las facturas que ellas mismas han promovido.
Un rosario de malas prácticas
A raíz de esta falta de transparencia, malas prácticas empresariales: ADICAE ya ha detectado que las grandes compañías mantienen en sus páginas web calculadoras online en las que recomiendan a los consumidores la contratación de la potencia fija que, según ellos, es óptima según los aparatos eléctricos, el tamaño y los habitantes de un hogar determinado. Sus cálculos, «orientativos», en realidad orientan poco. Y mal; las eléctricas aconsejan a los consumidores contratar potencias (el fijo de la factura) que elevan la factura hasta un 50%.
Estas acciones formativas de ADICAE se complementan con su labor de asesoría en las propias sedes de la cual se infieren escritos y reclamaciones a las instituciones y las empresas
Asimismo, en nuestras sedes estamos viendo cómo aumenta exponencialmente el número de consumidores que aseguran haber sido ‘expulsados’ del Precio Voluntario para el Consumidor, la tarifa regulada, para ser incluidos en el mercado libre eléctrico sin haber dado su consentimiento ni saber en qué condiciones se les ha efectuado este traslado. Desconocen qué contratos han firmado, qué servicios han contratado, qué se les cobra por ello y qué posibilidades de reclamación tienen; precisamente éste es uno de los problemas del mercado libre: el consumidor ve muy reducida la posibilidad de poder reclamar extrajudicialmente.
Facturaciones erróneas, multas injustificadas y desproporcionadas por acusaciones no documentadas de manipulación de contadores… Desprecio por los derechos de los usuarios en un marco muy lesivo: Eurostat acaba de confirmar que el precio de la luz en España está muy cerca de la media europea, apenas un 2% más barato. Si comparamos la renta media española con la de Europa, estamos pagando por la electricidad un 30% más de lo que nos correspondería. Y si comparamos con la capacidad de compra respecto a la media europea, el sobrecoste es del 10%.
Urge atajar el vergonzante abuso en este sector, y la formación es herramienta clave para ello. Por ello las sedes de la asociación están abiertas para que los consumidores puedan aclarar sus dudas sobre el recibo eléctrico y, en su caso, emprender las medidas correctivas y de reclamación necesarias para poder restituir derechos conculcados.
