ADICAE celebró el pasado miércoles día 27 de junio un importante debate sobre un tema primordial que interesa cada vez más a los españoles: las pensiones. Según las últimas encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas las pensiones se han colocado entre los principales problemas de los ciudadanos por delante de otros servicios públicos como la sanidad y la educación.

Así las cosas, Manuel Pardos, presidente de ADICAE, hizo una presentación en la que defendió las pensiones públicas y en la que arremetió contra los fondos de pensiones, ni siquiera como complemento de la pensión pública. “Eso es hacerle el juego a la banca”, aseguró Pardos, quien además explicó que estos fondos son en su gran mayoría un fraude con las comisiones más altas de Europa.

El presidente anunció que desde la asociación se apoyará las movilizaciones que realicen desde las diversas plataformas para lograr unas pensiones dignas en nuestro país. Pardos aseguró que, aunque la actuación de ADICAE tiene como objeto la defensa del consumidor y por tanto no ha venido abordando aspectos como las pensiones públicas, sí es necesario atender las prioridades de nuestros socios, y las pensiones son una de ellas.

ADICAE intentará aportar sus conocimientos para que el movimiento de los jubilados sea un movimiento moderno: “Viene un mundo nuevo, y viene muy deprisa. Y aún estamos muy jóvenes. Aportaremos nuestro conocimiento al servicio de una causa justa y ética como ésta”.

A continuación, el primer ponente en tomar la palabra fue Manuel Penelas, presidente de ADEPU (Asociación por la Defensa de las Pensiones Públicas) quien criticó al anterior gobierno por haber renunciado a subir las pensiones con el IPC y hacer una ley que impide subirlas si hay déficit. “La derecha siempre ha sido contraria a las pensiones públicas y por eso ha defendido siempre los planes privados que es donde siempre ganan los bancos. Esos planes nos cuestan 2.000 millones cada año al Estado”, aseguró.

Penelas mantuvo durante su intervención que un sistema de pensiones públicas es viable y para ello hay que realizar varios cambios en la balanza de gastos e ingresos. Por un lado habló de la hucha de las pensiones de 60.000 millones que dejó Zapatero (del que dijo que nunca había congelado las pensiones) y que el Gobierno de Rajoy se encargó de malgastar. De esta hucha se “da leche” a todos los lados, al Tesoro, a la deuda, las propias ayudas al Trabajo. Pero además de gastar bien, es necesario recaudar más para dar cierta viabilidad al sistema, por eso propuso que el dinero de las cotizaciones vaya directamente a las pensiones y que paguen más los más que tienen: “Hay una minoría que no paga”, sostuvo Penelas.

El siguiente en hablar fue Alejandro Ruetter , del MODEPEN (Movimiento Galego pola Defensa de las Pensiones Públicas), quien se quejó de una “manía privatizadora” de los Gobiernos para entregar las pensiones a la banca. Según Ruetter la estrategia es la siguiente: “Todo lo público que se quiere privatizar antes hay que destrozarlo. No es accidental, no es un fenómeno natural, es la voluntad política de destrozar las pensiones para darle toda la tarta a la banca”.

Ruetter aseguró que la estrategia pasa por convertir todo lo público en negocio. MODEPEN se opone a los planes de privatización de capitalización de lo público. “Tiene que haber mecanismos para controlar los planes de privados y no esta estafa del sistema bancario. Ha sido un desastre a nivel internacional. Todos quebrados. Y nos quieren vender el cuento de que con eso vamos a ahorrar dinero”.

Respecto al cambio de Gobierno, Ruetter tiene sus cautelas y mostró su lema: “Gobierne quien gobierne la pensión se defiende, gobierne quien gobierne la pensión no se vende”. Todavía tiene que demostrar lo que hace, porque en lo que dice hay una de cal y otra de arena, veremos lo que hace de aquí a septiembre”.

El último ponente en explicar sus quejas y plantear sus reivindicaciones fue desde Toledo Manuel Dorado, portavoz de la plataforma Por un sistema Público de Pensiones. Dorado aseguró que los pensionistas están en la calle porque llevan siete años perdiendo poder adquisitivo (un 20%) y porque “si no nos defendemos nosotros nadie lo va a hacer”. Defendió que el movimiento de los jubilados es transversal y apartidista.

Su principal propuesta fue blindar las pensiones en la Constitución, como pide la Carta social Europea que recoge en 1.084 euros una pensión digna. “La brecha salarial que se ha creado entre las pensiones más altas y las más bajas es terrible. Hay que sacar a estas personas de la miseria”. También pidió que se haga una auditoría para saber dónde han ido a parar los más de 60.000 millones de la hucha de las pensiones.

Los tres ponentes aseguraron que no solo trabajan para las pensiones de hoy, también para las del futuro. En este sentido Dorado dio algunos datos preocupantes, entre ellos que los pensionistas de 2050 perderán hasta un 30% de poder adquisitivo.

Una de las conclusiones a las que se llegó por parte de todos los asistentes es que hay un cierto hartazgo con el mensaje de que las pensiones no son viables y se propuso que es necesario combatirlo desde el enfoque estratégico de la tarta pública de las pensiones como botín para la banca. Para contrarrestarlo se propusieron informes y propuestas numéricas para demostrar que los números pueden salir siempre que haya voluntad política.

 

 

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