El presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada, aseguraba en un foro periodístico organizado por el diario Expansión que el organismo regulador unificado del que es máximo responsable es «menos susceptible de ser capturado» que sus predecesores, en una doble declaración que reconoce que el poder económico trata de capturar al poder político en contra de los intereses de los consumidores, y que su esperanza está en que esto se minimice gracias a la labor del superregulador.
La CNMC empezó a operar el pasado mes de octubre unificando en un solo organismo integrado a la Comisión Nacional de la Energía (CNE), la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), la Comisión Nacional de la Competencia (CNC), el Comité de Regulación Ferroviaria, la Comisión Nacional del Sector Postal (CNSP), la Comisión de Regulación Económica Aeroportuaria (CREA) y el Consejo Estatal de Medios Audiovisuales (CEMA).
«Las agencias de antes eran más susceptibles de ser capturadas. Ahora hablamos de un organismo más grande, en donde existe un trabajo transversal», ha asegurado Marín Quemada, que reconoce, en efecto, que las empresas, los grandes poderes económicos, están detrás de los reguladores, detrás del poder político, para ejercer influencia a su favor. Lo hacen de una manera «intelectual», gracias a los recursos de que disponen, con los cuales son capaces de construir discursos ideológicos que sirven luego para influir en las leyes que les afectan.
Para Marín Quemada el organismo que preside debe ser «absolutamente independiente y rigurosamente transparente» y ha reconocido que la CNMC se enfrenta a veces a «resistencias internas» por parte del personal que venía de las anteriores agencias y tenía «otra cultura de la transparencia» y que se está adaptando a las nuevas costumbres. La CNMC reúne a más de medio millar de técnicos que han iniciado cerca de un millar de expedientes relacionados con malas prácticas empresariales que afectan a la competencia y al servicio final que obtienen los usuarios.
[entresacado]De sus declaraciones se deduce la tendencia, especialmente entre las grandes empresas españolas, de concertar precios y servicios habitualmente al alza y en peores condiciones para los consumidores[/entresacado]«Resistencias externas»
El presidente de la CNMC se ha referido también a otras presiones que ha calificado como «resistencias externas». «Los fallos del sistema son los de los mercados y los del Gobierno, y no siempre la transparencia es bien recibida por los agentes del mercado o del Gobierno», ha explicado Marín Quemada, para quién la CNMC es «un sitio muy malo para hacer amigos». En suma, ni los poderes económicos ni los políticos actúan muchas veces de acuerdo con el propio relato que construyen sobre la libre competencia, el funcionamiento correcto del mercado, etc.
Bien al contrario; el máximo responsable del organismo supervisor ha indicado además que en España existen «muchísimos» cárteles, que son una de las figuras más «perniciosas» para una economía y para los consumidores, y existen en los sectores de actividad más variados. En economía se entiende como ‘cártel’ a la existencia de convenios o asociaciones entre empresas comerciales de producción similar para evitar la competencia y controlar la producción, la venta y los precios de determinados productos.
Agricultura, comercio, transporte, sectores estratégicos… «Me van a permitir que sea discreto, pues tenemos expedientes abiertos» asegura Marín en referencia a la investigación de la CNMC sobre prácticas oligopolísticas en el sector de la telefonía y el de los carburantes, pero de sus declaraciones se deduce la tendencia, especialmente entre las grandes empresas españolas, de concertar precios y servicios habitualmente al alza y en peores condiciones para los consumidores.
