Aunque todavía no ha tomado posesión de su cargo, Mariano Rajoy ya está trazando las líneas básicas de su programa económico que pondrá en funcionamiento cuando sea, oficialmente, presidente del Gobierno. De esta manera, apenas unos días después de ganar las elecciones, ya ha llamado a su despacho a tres de los principales banqueros de España, con los que les une una estrecha relación.
Se trata del ex ministro popular y ex dirigente del FMI Rodrigo Rato (Bankia); Francisco González (BBVA) e Isidre Fainé (La Caixa). Son los únicos que han trascendido a la luz pública, bien por filtraciones a la prensa o porque los propios periodistas los han visto saliendo de la sede del Partido Popular en la calle Génova. Pero es posible que haya habido más reuniones de este tipo. De hecho Rajoy ya habló con muchos banqueros durante la campaña electoral. Mantiene una estrecha relación, por ejemplo, con Ángel Ron (Partido Popular).
Mariano Rajoy se ha entrevistado con los banqueros incluso antes que con los dirigentes políticos de otros partidos, presidentes autonómicos incluidos. ¿El motivo? Rajoy quiere tener bien atada la opinión de la Banca sobre la postura que debería tomar el Gobierno español en la Cumbre de Bruselas del 9 de diciembre. Opinión que, por supuesto, Rajoy trasladará a Zapatero –quien será el encargado de representar a España en dicha reunión-.
Estas reuniones son una muestra más de que las entidades financieras, a pesar de ser entidades privadas y supuestamente alejadas del poder público, tienen tanto peso en la política española que hasta marcan las directrices y ‘aconsejan’ a los gobernantes sobre qué hacer en determinadas situaciones. Esperemos que Mariano Rajoy no cometa los mismos errores que Zapatero en este sentido, que se reunió en varias ocasiones con los banqueros y ninguneó a los consumidores y a las asociaciones que los representan.
