Cuando el consumidor realiza operaciones a través de Internet, puede asaltarle la siguiente duda: ¿es segura esta página web que me pide los datos de mi tarjeta bancaria? Las páginas de banca online o de compras cuentan con ciertos símbolos o mecanismos con los que acreditan la seguridad de sus webs. El consumidor debe aprender a reconocerlos para evitar caer en los nuevos tipos de fraudes digitales como el pharming (suplantación de páginas web) o phishing (robo de contraseñas y datos).
¿Cómo saber si un sitio web es seguro?
La primera señal la podemos encontrar en la barra de la dirección de la página, donde en vez de encontrar http://, tiene que aparecer una “s” adicional: https://. Esta “s” es la que nos indica que el sitio web es seguro, puesto que utiliza el cifrado basado en el ‘Secure Socket Layer’, abreviado como SSL.
Otro símbolo que indica la seguridad en las páginas es un candado cerrado que puede aparecer al final o al principio de la barra de dirección web dependiendo del explorador que utilicemos.
La barra de navegación también puede indicar cuándo un sitio no es seguro cambiando el candado a color rojo o amarillo.
Al pie de la página puede aparecer también una llave, que debe estar entera para señalar que el sitio es seguro.
Además de tener presentes estos consejos, el consumidor puede tomar otras medidas de seguridad como es tener un antivirus actualizado y analizar de vez en cuando el equipo. También hay que tener cuidado con los emails sospechosos y nunca, en el caso de operar con la banca online y recibir un email en donde se les pide actualizar sus datos bancarios (fraude de tipo phishing), pinchar en los enlaces adjuntos o descargar contenido (malware).
ADICAE, con motivo del proyecto ‘Consumidores 2014: retos y mejoras en sus derechos a la hora de contratar y en su defensa colectiva‘ http://blog.adicae.net/consumidores-2014/ que cuenta con el apoyo del AECOSAN, elaborará una campaña de detección de malas prácticas y abusos en la contratación a distancia sobre al menos 30 webs de las principales compañías de transportes, telecomunicaciones, energía y otros sectores del consumo. Los resultados del análisis de recogerán en un documento y se darán a conocer a los representantes de las empresas implicadas para que subsanen errores; en el caso de que no los solucionen, se efectuarán denuncias ante los organismos competentes.